“Peligro: Gorriones sueltos!”, en Niceto. Jue 29/10/2009.
“Después de todo, baila en olas de instrumentos”
Casi como un secreto a voces luego de lo expuesto una semana antes en El Ayuntamiento platense, las expectativas de varias generaciones de paladares musicales estaban puestas en el postre que decoró la velada del jueves 29 de Octubre.
Habían pasado las bandas del Cuervo, Rocky, Coda; y Bochatón estaba promediando un muy poderoso y sintético show, cuando en el aire ya se respiraba la nostalgia que vibraba en cada uno de los cuerpos presentes. Es que no era un hecho menor, hace 10 años se separaba una banda que trazó su historia a la misma velocidad e intensidad con la que se desempeñaba arriba del escenario.
Generacionalmente diversificado, el público que había llenado Niceto (cómplice de la vuelta) se mancomunó con la banda en un flashback, en una reminisencia rockera. Porque los Peligrosos Gorriones sonaron a los noventa, y así pudieron satisfacer las ganas de volver a verlos fluir que habia en el ambiente, casi entre mezclada con los nervios de aquellos que los verían por primera vez en acción.
Muchos de los presentes en el reencuentro quizas ni se enteraron de aquel último recital en Showcenter en el 99; e internet mediante, vivieron la noche del jueves como un verdadero y merecido hito musical.
Llegaron con Escafandra, se fueron con el Bicho Reactor; y en el medio condimentaron el pogo con Manicomio Gris, La Mordida, Un Ardiente Beso, Siempre Acampa y Por Tres Monedas.
Fue pura energía, arriba y abajo del escenario. Un esperado reencuentro para demostrar que las vueltas no dependen de la propaganda ni de los auspiciantes, y que la calidad es directamente proporcional unicamente a las ganas que envuelven a los protagonistas.
“Se que el tiempo te trajo a mi, facilmente quiero seguir, así...”
"En páginas el tiempo se cerró, y ahogó la luz..."
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UNA DOSIS, sostenida en el mar. No hay anzuelo que me pueda atrapar!
La primera vez que escuché Peligrosos Gorriones, ya se habian separado hace mucho. Es mas, en aquel verano del 99, que los encontrò por ultima vez en el antirockerisimo recinto de Showcenter Haedo yo tenia 12 años, y mi vida no era mas que una pelota de futbol, con todos los padecimientos que eso le otorga a un prematuro hincha de Racing; en épocas de 33 años sin campeonatos y con la decadencia menemista asomando la puntita.
Pero la no-experiencia no pudo coartar mi necesidad de escuchar mas de aquella misteriosa banda, de la que solo conocía un tema, con un estribillo tan incomprensible como pegajoso: “Cofre y adentro desarmo las trabas ya no habia nada, corre un pulpito sobre mi escafandra señal de que asustaba”. Un trabalenguas musical, una guitarra estridente y un bajo de patrones simples pero poderosos. La bateria no se quedaba quieta nunca, y de fondo un teclado que le ponìa un matiz de calma al grunge argento que emanaba del resto de los intérpretes.
Parecía un cóctel exclusivo, en un momento de oídos standards, donde la tele arrojaba basura, la radio ni la prendía y mi contexto decia estar lleno de ricota o dividido por la felicidad.
Bien, con Sumo y los Redondos como base, habia que afinar el lapiz. Especificar el satélite de sensaciones y mecanizar el proceso de introducción de sonidos, asimilación de los mismos y posterior exteriorizaciòn de sentimientos. La pieza que manejaba Bochatón, encajaba perfecto.
EL disco:
La progresión del homónimo disco debut es excelente. Con
Escafandra como carta de presentación, la segunda canción adelanta un poco de lo que me iba a hablar Francisco con el correr de los años: “...acercandome en lo vago me descubro decepcionado ¿Quien espera mi llegada? ¿Quienes me amarán mañana?” (
Trampa).
Para
Tesoro el estilo musical se diversifica tanto como las letras se agrietan y dejan espacio al entender subjetivo de cada uno. “placer verdadero, aumenta el miedo; si es mucho, hay menos. Inválido voy, mi tesoro mejor crece” estarás hablando de ir a pegar, Fran?
Que hitero que suena el
Bicho Reactor!! Es una patada de dos minutos y pico de duración en la cabeza, como pretendiendo que llegado el final nuestros pechos sean literalmente un tumor, agujereados por esa guitarra sucia y maldita.
Rayo de Amor es mi cancion preferida de la banda, así que no voy a hablar mucho de ella. Escuchenlá y ya.
Hasta esta reciente vuelta a los escenarios del cuarteto hubo un misterio recurrente en torno a la banda. Como bajista, y ser humano que no puede hacer dos cosas a la vez siempre me pregunté como hacia Francisco para tocar el bajo (de esa manera!) y cantar a la vez. En Niceto demostró que durante su posterior carrera solista cada vez que se colgó el de cuatro cuerdas lo hizo canchereando, porque nunca tocó como lo hizo en el regreso de los Gorriones (me viene a la mente algun divague experimental de “El Gorila” quizás). En ese aspecto
Panza de la Araña mezcla un armónico riff de bajo con una letra dislocada de cierta razón y una bateria semi country que pareciera “lleva en sus brazos” al resto de la canción; como una onda, un groove viajero de principio a fin. Lo refleja al decir “baila en olas de instrumentos”, no?
Siempre Acampa es casi de la familia. Bochatón solista usufructuò con ese caminito de F-Ab-A-F# para cerrar su veladas en muchas ocasiones. Es de las mas conocidas por todo el mundo (mundo?) y podria ser soundtrack de una pelicula bizarra de Fellini o una mas bizarra todavia de D. Lynch, con gallinas ahorcadas en muelles, perros pudriendose en compotas o trenes amputados por gangrena.
“Se va el avión a Formosa??” Esa antiserenata que pregona
Un Ardiente Beso es energía de principio a fin, como una tarjeta empresarial de navidad deseandole suerte a aquel/la de corazón divino pero criminal aspecto (siempre tan dual el bocha)
En
La Mordida se presentaba otra vez mi duda sobre Bochatón y su bajo, pero en Niceto la tocó tal cual es y no dejó de sorprenderme. Habla de inundaciones y puentes charcos por cruzar de mil maneras distintas, ayudados por linternas y algun que otro as de espadas (¿?).
En
Nuestros Días las revoluciones disminuyen, Rocky finalmente amaina y dosifica los redobles y la voz de Francisco, en comunión con la armónica voz de Julia Urbistondo nos lleva por una historia de entrega y devoción.
“Llevo la tos, como propia voz” nos canta el bocha en
Estos Pies, como anticipando las futuras críticas que fuera a recibir por su particular trova. Es, junto a Rodrigo Martin de JLL, de esos cantantes que o bien te atrapan incondicionalmente o no te duran ni medio tema en los oídos. Estas líneas afirman mi elección, claro. Que decir de este apacible y descontracturado tema... "pasaré un buen rato, sin hablar, sobre el piso chato".
Vuelven al palo, con
Honda, Congoja y Pesar, un exagerado relato de desafortunadas situaciones con un final instrumental tan particular como memorable. “Cachetazo, paliza, al piso; me caigo por infeliz!”
Genial es la tarantella psicodélica que encierra
Cachavacha. “A salir del tacho que cuentan las horas y el que menos suma será el ganador”, y otra vez el back to back con una voz femenina, casi infantil esta vez; como burlona, pero que se amolda perfecto a la ironía y las torsiones que tiene la lírica bochatoniana.
Cacería de Caballos es un contrapunto de ritmos frenéticos, de tono circense y vertiginoso proceder; como para finalizar el disco con la adrenalina que envuelve y caracteriza a la banda.
Pero la cosa viene con bonus tracks.
Juegue Ud. es, creo yo, un intento de reggae convencional que la misma particularidad de la banda llevò a alejarse del “roots” y plasmar en el tema un tono mecánico pero progresivo. Muy buen aporte del Cuervo en los teclados y Coda con la guitarra, le brindan la esencia específica al tema.
Se van con
Adentro, un instrumental de tono mañanero y cuasi campestre, como una alarma de despertador lisérgica y pacifista para con los oidos.
Para finalizar quisiera saber si alguien alguna vez pudo sucumbir ante el flash y adelantar algun tema de este disco, porque a mi no me pasó nunca. Se devora entero, como una gran obra cuyas piezas guardan una estrecha relación y cada una es tanto y mas importante que la anterior.
SV. 
Things must change
