4/14/2012

SEMANA DE LA AMARGURA.

BIENVENIDOS!!

Se inaugura la semana del hincha de Independiente.

Esos siete días en donde afloran camisetas rojas por doquier, donde el exitismo de la victoria resucita la pasión en aquellos simpatizantes que el resto del año prefieren "no hablar de eso" o simplemente dedicar su vida a su propia familia y obligaciones ya que, claro, esto es simplemente futbol. Bueno, cuando ganan no. Cuando ganan, desempolvan todos los recursos de fanatismo que claramente tienen olvidados o ni llevan en las venas durante los otros 358 días del año. En pos del desmedro ajeno, de la "funeralidad" (déjenme inventar esa) del rival.
Se produjo un incipiente levantamiento de éstos, casi como zombies, ante la victoria en la Bombonera de hace unas fechas; pero fue rápidamente aplacado por su propia amargura. Lo que originó que aquellos que no miran fútbol ni lo sienten asomen la cabeza en aquella oportunidad fue el contexto y el devenir del match contra Boca. El caso de HOY es un levantamiento masivo, nos inundan con su pseudo fanatismo, berreta, artificial y fácilmente identificable. Pero claro, las veintidós (sí, alma mía, ya van veintidós) victorias de diferencia que le sacaron a su acérrimo rival en el historial levantan hasta el más muerto, hasta el que menos tiempo de su vida le había dedicado a ver veintidós (¡número maldito!) idiotas correr atrás de una pelota. Hoy todas las minitas son del rojo, todos los hinchas del rojo que no van a la cancha son del rojo, todos los hinchas de Arsenal vuelven a ser del rojo.
Tranquilos, en una semana se les va. Y las casacas carmesí volverán al placard, a la espera de que el destino, la suerte y los ÁRBITROS los enfrenten otra vez contra los once BOLUDOS de turno que ponga Racing en cancha. Generalmente, once personajes que poco entienden y sienten la camiseta celeste y blanca. Que ahora seguramente descansen y relajen sus músculos para ir a Esperanto a la noche, o simplemente seguir con su vida, su trabajo; sin saber que su accionar (su no accionar) atenta contra la calma de muchos: los simpatizantes del rojo nombrados a principio de texto, que hasta hoy no miraban ni un resumen de partido y ahora gozan; y los hinchas/mártires eternos de Racing, que sufrirán esta derrota (que pesa como veintidós) hasta que los sentimientos se reciclen, resurja la esperanza y se encuentren nuevamente alentando a su enamorada preferida (y no la que brota solo ante la victoria): la Academia Racing Club de Avellaneda. Aquellos fanáticos locos, escépticos de ESO, lo extra sensorial del futbol que inclina la balanza (nunca la cancha, que la inclinan los árbitros; muchísimo menos las tribunas) para el lado rojo, para el lado de la injusticia (hoy, por ejemplo, el 1-4 fue un resultado muy mentiroso).

Casi sarcásticamente, y a modo de palmada en la espalda para los académicos, me despido con la frase cuyas siglas fueron inmortalizadas en el anillo de quien corta el bacalao, ídolo secreto y mecenas de la contra: "TODO PASA".




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